sábado, 23 de mayo de 2009

Alma Leal

Hedor

Prestada confusión, telaraña de metal y de madera;
hoy que el fuego brama libre en este callejón
hay algún insecto que lo sigue y se deslumbra,
lo sigue y se calienta, sigue y se destroza;
tarde se aproxima algún éxodo ensayado
que comienza a entonar la antigua letanía,
anciana de pupilas llenas de ceniza,
y lúdica aparece pequeña, mutilada.

Nada es personal en esta esquina,
nada tiene que ofrecer legal y bondadosa
ronca, grita en un baile de locos
pero es una locura sin soledad y sin dueño,
aquí celebran funerales por la vida,
carcajada que presume de su ausencia,
cada cosa, cada gato, cada viejo,
comparten la simple imagen del recuerdo.

Ya noche las mujeres cierran sus ventanas,
huyen despavoridas de la noche con su hedor,
temen que las calles y los perros canten
bajo el censurado prisma de la realidad;
deja tus ilustres zapatos de tacón,
camina el suelo que de todos se disfraza,
regala un dorado trozo de tu otoño,
compra un luto fingido y búrlate llorando.

1 comentario:

Alma Leal dijo...

Quiten este poema! lo escribí hace mucho tiempo y no sé por qué lo subí jajaja, tiene muchos errores